sábado, 16 de marzo de 2013

TERREMOTO DEL 19 DE MARZO DE 1873 EL SALVADOR

Aunque las sacudidas posteriores al sismo del 4 de marzo continuaron, su intensidad fue disminuyendo con el correr de los días, al grado tal que ya para el día 15 casi había desaparecido el temor de que adviniera una catástrofe de mayor envergadura y la población había comenzado a pasar las noches en el interior de sus viviendas. Sin embargo, a las dos de la mañana del 19 de marzo de 1873, un primer gran movimiento de la tierra, acompañado de retumbos, alerta a los habitantes capitalinos, los que seis minutos más tarde abandonan sus viviendas. Este hecho impide mayor mortandad cuando, a las 2:10 a.m., sobrevienen una fuerte detonación subterránea y un violento megasismo vertical, oscilatorio y ondulatorio echa por el suelo, en menos de cinco segundos, a la antigua San Salvador, de la que solo queda en pie una quincena de estructuras públicas y privadas, estremecidas por una réplica del sismo tres horas más tarde.Al trasmonte del cerro de San Jacinto, aparece una luz rojo-violeta, emitida en ráfagas intermitentes, y se percibe un olor sulfuroso sofocante. El foco de conmoción es ubicado por la comisión científica gubernamental -compuesta por el general belga André van Severen y el profesor Luciano Platt-, en las alturas de Texacuangos, sobre los bordes lacustres de Ilopango.

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